TDAH y ansiedad son dos diagnósticos frecuentes que comparten muchos síntomas: inquietud, dificultad para concentrarse, sensación de estar «acelerado»… Pero no son lo mismo. De hecho, confundirlos puede llevar a tratamientos ineficaces o incluso contraproducentes.En este artículo te explico las diferencias clave entre el TDAH y la ansiedad, cómo se manifiestan en la vida cotidiana y qué tener en cuenta para un diagnóstico adecuado.
¿Qué es el TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición del neurodesarrollo que suele aparecer en la infancia, aunque muchos casos no se detectan hasta la edad adulta. Se caracteriza por tres síntomas principales:
- Falta de atención: olvidos frecuentes, dificultad para organizarse, despistes.
- Hiperactividad: necesidad constante de moverse, hablar en exceso.
- Impulsividad: actuar sin pensar, interrumpir, dificultad para esperar turnos.
El TDAH no se debe a estrés o ansiedad. Es un patrón persistente de funcionamiento mental, y tiene una base biológica. Recuerda que en esta misma web puedes acceder a un test para saber si tienes TDAH.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta emocional ante situaciones percibidas como amenazantes. Pero cuando se vuelve excesiva, frecuente o desproporcionada, hablamos de un trastorno de ansiedad. Algunos síntomas comunes son:
- Preocupaciones constantes, incluso sin motivo claro.
- Tensión muscular, palpitaciones, sudoración.
- Miedo a equivocarse, autoexigencia excesiva.
- Dificultad para relajarse o dormir.
Aunque puede afectar a la concentración, en la ansiedad esta dificultad suele ser secundaria: la mente está ocupada anticipando peligros.
¿Por qué se confunden?
Ambos trastornos pueden generar:
- Dificultad para concentrarse
- Inquietud física
- Insomnio
- Sensación de estar saturado mentalmente
Pero la causa y la forma de experimentarlo son distintas.
Ejemplo:
Una persona con TDAH se distrae porque su atención cambia de foco constantemente.
Una persona con ansiedad no se concentra porque está atrapada en pensamientos preocupantes.
Diferencias entre TDAH y ansiedad: claves para identificarlos
| Síntoma | TDAH | Ansiedad |
| Distracción | Sin causa clara, constante | Por exceso de preocupación |
| Inquietud | Interna, motora, desde pequeño | Reactiva, depende del contexto |
| Problemas de sueño | Se duerme tarde por hiperactividad mental | Se despierta con preocupaciones |
| Pensamientos negativos | No predominan | Frecuentes y repetitivos |
| Inicio | Desde la infancia | Puede comenzar en cualquier momento |
| Efecto de la estructura | Mejora si hay rutina y estimulación | Mejora con relajación, descanso |
¿Y si están ambos presentes?
No es raro que una persona tenga TDAH y ansiedad al mismo tiempo. De hecho, es bastante frecuente. El TDAH mal gestionado puede provocar ansiedad secundaria, por ejemplo, al fallar repetidamente en tareas cotidianas o en el trabajo.
También por el hecho de que, típicamente, las personas con TDAH tienen dificultades en la gestión de tiempo, con tendencia a procrastinar y/o ir “a última hora”, hecho que causa estrés y puede desencadenar síntomas de ansiedad.
Por eso es tan importante distinguir cuál es el trastorno principal y abordar ambos si es necesario, pero sin confundirlos.
Conclusión: identificar las diferencias entre TDAH y ansiedad requiere ayuda profesional
Si crees que podrías tener TDAH, ansiedad o ambos, lo mejor es acudir a un profesional con experiencia en ambos cuadros. Un diagnóstico certero permite elegir el tratamiento más adecuado y mejorar tu calidad de vida. Si lo necesitas, no dudes en ponerte en contacto.
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