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Medicación para el TDAH: Todo lo que debes saber

Contenidos de este artículo

En este artículo te voy a exponer cuál es la medicación para el TDAH y todo lo que debes saber al respecto.

Siempre que he tenido la oportunidad de hacer docencia a algún médico en formación, acerca del TDAH, le he compartido este esquema que voy a compartir hoy contigo.

Este esquema, a su vez, me lo explicó un psiquiatra adjunto en mi primer año en el centro de salud mental, salvo por algunas innovaciones terapéuticas que te voy a explicar.

Antes que nada, quiero que quede claro que, el tratamiento del TDAH requiere de:

  1. Un buen diagnóstico
  2. Información de lo que supone presentar TDAH
  3. Tratamiento no farmacológico (pautas individuales, soporte educativo/familiar, adaptaciones en el entorno, ya sea en el entorno laboral o académico)
  4. Tratamiento farmacológico en los casos de que sea necesario y no esté contraindicado

Una vez hecho todo esto, y solo cuando los 3 primeros puntos se hayan realizado correctamente, podemos pasar a hablar de medicación para el TDAH.

Solo empezamos directamente con el fármaco en casos muy claros cuando, por circunstancias concretas, el beneficio de iniciarlo de manera precoz hace que así se indique.

Bien.

Vamos a empezar a hablar de la medicación para el TDAH de los que disponemos en la actualidad. A veces usamos otros, que no son propiamente “tratamientos para el TDAH”, pero no vamos a hablar de estas excepciones aquí, puesto que son casos particulares y requieren de formación especializada en psiquiatría y en TDAH.

Tipos de medicación para el TDAH

A día de hoy, sabemos ampliamente como, pacientes en todo el mundo, avalan la seguridad y eficacia del tratamiento farmacológico para el TDAH. A pesar de ello, sigue habiendo muchs mitos acerca de este y del TDAH en general. Tanto el TDAH como trastorno, como su tratamiento por el otro, son y han sido muy cuestionados.

Especialmente, el tratamiento con psicoestimulantes, es lo que ha generado más revuelo.

Se ha planteado que dar estos medicamentos a los niños sería equivalente a “drogarlos”…

Esto no es así por varias razones, pero las principales serían:

  1. La dosis y pauta de administración está siendo controlada por un médico.
  2. Las personas con TDAH tienen el doble de riesgo de desarrollar una adicción a sustancias ilegales. Sin embargo, ese riesgo se puede reducir si reciben tratamiento adecuado en la infancia. Este tratamiento es precisamente la medicación estimulante de la que hablábamos.
  3. Los fármacos no están adulterados con sustancias nocivas y tienen un perfil adictivo muy bajo, especialmente las más recientes formulaciones de liberación retardada o prolongada.
  4. Los estudios demuestran que el tratamiento con psicoestimulantes es improbable que genere adicción. De hecho, como hemos comentado antes, sabemos que este tratamiento disminuye el consum de otras sustancias adictivas, que la persona venía usando a modo de «automedicación», antes de empezar el tratamiento.
  5. Los medicamentos más actuales, tienen una formulación galénica y un mecanismo de acción que hacen que sea prácticamente imposible hacer un uso indebido del medicamento.
  6. No hay evidencia de que estos tratamientos, a largo plazo, sean neurotóxicos, como algún estudio con animales ha sugerido.
  7. “No funcionan», dices las malas lenguas… Pues bien: Sabemos que la respuesta a los medicamentos para el TDAH es cercana al 70 %.

Podemos hablar de dos grandes tipos de medicaciones para el TDAH: Fármacos estimulantes y no estimulantes.

De entrada, se suele optar por los fármacos estimulantes, salvo que existan contraindicaciones para estos. Dentro de los medicamentos estimulantes tenemos:

Fármacos estimulantes para el TDAH

1. Metilfenidato

Es el psicoestimulante de primera elección para el tratamiento del TDAH. Existe en distintas formas de presentación, que básicamente difieren unas de otras en el tiempo de acció de este fármaco en el paciente que lo toma. Ahora vamos a verlo mejor, con ejemplos de cada uno de ellos:

1.1. Metilfenidato de liberación rápida (Rubifen®)

Esta es una formulación de metilfenidato de corta duración. Su efecto suele durar unas 4 horas.

1.2. Metilfenidato de liberación modificada (Medikinet® o Equasym®)

Esta es una formulación de metilfenidato de duración media. Su efecto suele durar unas 6-8 horas. Suele ser la opción indicada para casos que requieren concentración durante la jornada académica o laboral, pero no para el resto del día (por ejemplo, estudiantes en época escolar, o personas adultas a las que el TDAH solo les interfiere de manera importante durante la jornada laboral)

1.3 Metilfenidato de liberación osmótica (Concerta® o Rubicrono®)

Esta es una formulación de metilfenidato de larga duración. Su efecto suele durar unas 12 horas. Suele ser la opción indicada para casos que, debido a su sintomatología, requieran estar asintomáticos durante la mayor parte del día, debido a que la sintomatología resulta muy limitante.

Efectos secundarios del metilfenidato

A pesar de que la seguridad y tolerabilidad del metilfenidato son muy buenos, puede producir efecto adversos o secundarios como cualquier medicamento. Entre los efectos secundarios más habituales, destacan: insomnio, disminución del apetito y retraso del crecimiento en menores de edad. Respecto a los efectos sobre la conducción de vehículos, a diferencia de lo que ocurre con otros fármacos psiquiátricos, el Metilfenidato puede reducir el riesgo de accidente. Esto es debido a que las personas con TDAH son más proclives a los accidentes y a las distracciones al volante. Al tratar la falta de atención y la distraibilidad, los accidentes disminuyen.

2. Lisdexanfetamina (Elvanse®)

Es el segundo psicoestimulante de entre la medicación para el TDAH.

Su uso se reserva como fármaco estimulante de segunda elección, cuando el metilfenidato no ha resultado efectivo o ha generado efectos secundarios que hacen necesaria su retirada. Su efecto suele durar unas 12-24 horas.

Como habrás podido observar por su nombre, es el único fármaco anfetamínico comercializado en España para el TDAH. Se trata de un profármaco inactivo de D-anfetamina, que se activa al metabolizarse por hidrólisis. Este proceso de hidrólisis es relativamente lento, lo que evita la posibilidad de producir un pico de anfetaminas en la sangre. Además, dadas sus características, no produce ningún efecto si se intenta esnifar o inyectar como si fuera una anfetamina tradicional. Dicho esto, aunque se trate de una anfetamina, la Lisdexanfetamina no puede utilizarse con finalidad recreativa o de abuso. La administración de este fármaco se recomienda una vez al día gracias a la lenta hidrólisis enzimática que comentábamos que hace que el fármaco dure unas 12-24 horas.

Sus efectos secundarios son similares a los del metilfenidato, aunque con una frecuencia de aparición algo menor.

Fármacos no estimulantes para TDAH

Los fármacos no estimulantes para el TDAH son también una buena opción para el tratamiento de los problemas de hiperactividad e impulsividad, así como de los síntomas de atención (aunque para estos últimos tienen unos beneficios más leves que los observados con los fármacos estimulantes).

Su uso suele quedar relegado a cuando los fármacos estimulantes no han funcionado, o bien existen contraindicaciones para recetarlos.

No obstante, hay algunas situaciones particulares en las que los fármacos no estimulantes podrían, de entrada, ser la mejor opción.

1. Atomoxetina (Strattera® o Atamax®)

La atomoxetina, principio activo que puede tener varios nombres a nivel comercial (Strattera, Atamax…), pertenece a la familia de los fármacos antidepresivos inhibidores de la recaptación de noradrenalina.

Es un buen fármaco para algunos casos de ansiedad, que además tiene aprobada su indicación como fármaco para el TDAH.

Esto es así ya que, al regular los niveles de noradrenalina a nivel neuroquímico, favorece la atención y las funciones ejecutivas. No obstante, no suele ser efectivo para tratar los síntomas de hiperactividad e impulsividad.

Los efectos adversos más frecuentes son: náuseas, boca seca, dolor de cabeza, disminución del apetito, insomnio, cansancio o mareo. La mayoría de estos efectos secundarios son leves y desaparecen a los pocos días de su uso.

2. Guanfacina (Intuniv®)

La guanfacina, principio activo que en España se comercializa bajo la marca “Intuniv”, pertenece a la familia de los fármacos antihipertensivos. Su mecanismo de acción es el de ser un agonista adrenérgico para los receptores α2A, pero mucho más selectivo para estos que otros fármacos como por ejemplo la clonidina, que ha perdido su indiación para el tratamiento del TDAH debido que provocaba cuadros frecuentes de hipotensión arterial. A nivell cerebral, no queda claro cómo actúa, pero se ha visto que modula la neurotransmisión a nivel prefrontal, mejorando las funciones ejecutivas.

La guanfacina, como cualquier otro fármaco antihipertensivo, puede causar cuadros de bajada de tensión arterial, por lo que su introducción debe ser gradual y poco a poco ir incrementando la dosis hasta observar una mejoría clínica. También por este motivo, se recomienda usarlo por las noches, cuando la persona ya se encuentra acostada, sobretodo al inicio del tratamiento.

Es un buen fármaco para algunos casos de TDAH, sobretodo cuando existe mucha afectación relacionada con la hiperactividad e impulsividad, y no tanto para problemas atencionales.

A día de hoy, es España solo está aprobado para el TDAH infanto-juvenil, aunque en EUA ya se ha aprobado en adultos e incluso se ha visto que es de utilidad para el tratamiento de síntomas de Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), por lo que es de esperar que ocurra lo mismo, y se acabe aprobando aquí, en unos años.

De hecho, el propio ministerio de sanidad recoge que podría ser útil en el TDAH adulto.

Conclusiones: medicación para el TDAH más utilizada

Esta es la medicación para el TDAH usada en la actualidad, que a modo de resumen sería:

Estimulantes: Metilfenidato y Lisdexanfetamina

No estimulantes: Atomoxetina y guanfacina

Por supuesto, su uso debe ser siempre supervisado por un psiquiatra experimentado y en casos que así lo requieran.

Las dosis de cada uno de estos medicamentos debe ser la adecuada para cada paciente, en función de sus síntomas, su peso corporal, y otras variables a tener en cuenta por parte de su médico.

El objetivo de este artículo es el de aportar unas nociones mínimas para conocer los distintos tipos de medicamentos para el TDAH que disponemos a día de hoy, con afán de romper algunos mitos acerca del tratamiento farmacológico para este trastorno tan frecuente.

Espero que esta información te haya resultado útil. Si tienes dudas en relación a tu caso en particular, no dudes en preguntármelo para que te asesore.

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