La adicción a las redes sociales se ha convertido en un problema creciente, especialmente entre adolescentes. Con el fácil acceso a plataformas como Instagram, TikTok o Snapchat, cada vez más jóvenes caen en un uso excesivo de estas, pudiendo impactar negativamente en su salud.
Hoy voy a explorar las principales causas de esta adicción, cómo afecta a los jóvenes, cuándo es necesario acudir a un profesional especializado y en qué consisten las fases de su tratamiento.
Causas de la adicción a las redes sociales
El uso desmesurado de los smartphones es un hecho. Tanto adultos como jóvenes hemos sido absorbidos por sus diseños adictivos, pensados para que permanezcamos enganchados a sus pantallas.
Muchas veces pienso que los teléfonos han pasado de ser herramientas de los humanos, a ser los humanos esclavos de los teléfonos (móviles).
Y de todo el tiempo que pasamos delante de los móviles, la mayor parte es dentro de las redes sociales. Y otra vez, nada es casualidad; estas plataformas están diseñadas para captar y retener la atención de los usuarios a través de un sistema de recompensas que genera dopamina, un neurotransmisor que refuerza conductas repetitivas.
El algoritmo de las redes sociales detecta lo que te gusta. Y te da más de eso. Entonces tú te quedas absorto en ese contenido, dedicándole más y más tiempo, y el algoritmo sigue refinando su oferta a tus gustos, para seguir sumando minutos dentro de estas.
Esta «economía de la atención» convierte a las redes en ambientes adictivos, especialmente para adolescentes, cuyo cerebro aún está en desarrollo y es más susceptible a estas dinámicas. Podríamos decir, a grandes rasgos, que estas son las principales causas de adicción a las redes sociales:
- Gratificación instantánea: Las notificaciones, “me gusta” y comentarios funcionan como pequeñas recompensas que activan el sistema de placer del cerebro. Cuanto más usamos las redes, más sentimos la necesidad de seguir buscando esa gratificación rápida.
- Presión social: Los adolescentes buscan constantemente la validación externa, lo que les lleva a estar pendientes de la aceptación en sus redes. La comparación con las imágenes idealizadas de los demás puede llevar a baja autoestima y a una constante necesidad de encajar.
- FOMO (Fear of Missing Out): El miedo a perderse algo importante en las redes sociales motiva a los usuarios a revisar constantemente sus dispositivos, aumentando el tiempo que pasan conectados y el nivel de dependencia y ansiedad.
Impacto en los jóvenes de la adicción a las redes sociales
La adicción a las redes sociales puede tener múltiples consecuencias para los adolescentes, afectando tanto su bienestar emocional como su vida cotidiana.
Problemas de salud mental
Diversos estudios han mostrado una correlación entre el uso excesivo de redes y un aumento en casos de ansiedad, depresión y estrés.
Muchos adolescentes se sienten inadecuados al compararse con los estándares irreales que se ven en las redes, lo que también puede derivar en problemas como la dismorfia corporal.
Aislamiento social
Aunque las redes están diseñadas para conectar personas, paradójicamente pueden generar aislamiento social. Las interacciones virtuales tienden a reemplazar las relaciones cara a cara, lo que provoca una disminución de las habilidades sociales y, en algunos casos, nos llevan a sufrir la soledad.
Alteraciones en el sueño
El uso desmedido de dispositivos, especialmente antes de dormir, interfiere con los ciclos de sueño. Esto genera insomnio y otros trastornos relacionados, impactando la capacidad de los adolescentes para rendir en la escuela y otras áreas de su vida.
Fases del tratamiento de la adicción a las redes sociales
El tratamiento de la adicción a las redes sociales puede variar según la gravedad, pero a grandes rasgos, esta sería un poco la estructura estratégica para ayudar al paciente a recuperar el control de su vida.
Fase 1: Diagnóstico
El primer paso es identificar si el uso de redes sociales ha cruzado la línea hacia una adicción. Los profesionales analizan el comportamiento del adolescente para evaluar si muestra signos como el uso compulsivo, la falta de control sobre el tiempo que pasa conectado, o si ha empezado a abandonar sus responsabilidades y relaciones.
Fase 2: Desintoxicación digital
Este proceso implica una reducción gradual o completa del uso de redes sociales durante un periodo determinado. La idea es permitir que el paciente recupere el control sobre su vida sin la influencia constante de los estímulos digitales. Se recomienda que en esta fase, la persona disponga del apoyo de otras personas (familiares y/o profesionales) que le permitan lograr la abstinencia a pantallas, sobretodo al inicio del tratamiento. De no ser así, es muy difícil poder parar el (mal) uso a estos dispositivos.
Fase 3: Abordaje terapéutico
El abordaje terapéutico es una de las intervenciones más efectivas para tratar cualquier adicción. Se enfoca en cambiar los patrones de conducta y pensamiento que llevan al uso excesivo de redes y en desarrollar mecanismos de autocontrol.
El objetivo es que el paciente sea consciente de los factores que desencadenan su adicción y cómo manejar las emociones sin depender de las redes. Para ello, nos apoyamos de técnicas psicoterapéuticas específicas y de cambios de hábito en su día a día.
En algunos casos, la terapia puede ser individual, aunque en muchos casos usamos terapias grupales, con mucha más potencia a la hora de lograr adherencia al tratamiento y reducir el riesgo de recaída.
¿Cuándo acudir a un profesional?
Si sospechas que un adolescente está desarrollando una adicción a las redes sociales, es importante estar atento a ciertos signos que indican que puede ser hora de buscar ayuda de un psiquiatra especializado en adicciones:
- Cambios en el comportamiento: Si el adolescente se muestra ansioso o irritable cuando no tiene acceso a sus dispositivos, o sufre cambios de humor repentinos, puede ser una señal de dependencia.
- Negligencia de responsabilidades: Si comienza a descuidar sus estudios, tareas domésticas o relaciones personales, prefiriendo pasar tiempo en las redes, es momento de evaluar si necesita ayuda profesional.
- Intentos fallidos de reducir el uso: Si ha intentado limitar el tiempo que pasa en redes, pero vuelve a caer en el uso excesivo, podría necesitar la intervención de un especialista para romper este ciclo.
Conclusión: la adicción a las redes sociales es un asunto que debemos tomar en serio
La adicción a las nuevas tecnologías, y en especial a las redes sociales, es un problema serio que afecta cada vez a más personas, particularmente a los adolescentes, al ser estos más vulnerables a las estrategias que usan estas plataformas para captar nuestra atención.
La clave para superar esta adicción reside en el reconocimiento del problema, el establecimiento de límites claros y, en casos que se requiera, el tratamiento adecuado.
Si has tratado de reducir el consumo de pantallas sin éxito, sientes que las redes sociales te está afectando en exceso, o bien eres padre/madre de un adolescente y notas cambios en su comportamiento, no dudes en buscar la ayuda de un profesional.