Aquí te explico cómo saber si la terapia de grupo es para ti, de qué sirve y por qué es tan útil.
También te cuento mi propuesta de terapia grupal online y si te interesa podrás reservar tu plaza.
Pero antes, responde a esto:
¿Sientes que tienes apoyo?
Está claro que no es lo mismo estar solo que sentirse solo.
Hoy voy a explicarte una historia muy personal acerca de cómo conocí la terapia de grupo y su potencial, cuando recién era un estudiante de medicina.
Estaba haciendo prácticas en un centro de salud mental, y se hacían unos grupos dónde las personas en tratamiento acudían de forma regular, en grupos de unas 10-12 personas.
Al llegar al grupo, me encontraba algo nervioso, pues no sabía muy bien dónde me metía. Hasta entonces había visto a los pacientes en consulta, de «uno en uno», y me sentía cómodo en ese formato. Pero el hecho de estar todos agrupados en una sala compartiendo experiencias me hacía sentir que perdía el control de la terapia.
Por suerte, he de decir que contaba con unas compañeras psicólogas con muchisima experiencia y de las que aprendí un montón.
El caso es que allí descubrí, casi como si se tratase de una revelación, el poder de sentirte perteneciente a un grupo.
Me acuerdo de una participante (a la que llamaremos Paula), que explicó una situación que le había ocurrido esa misma semana en casa:
El domingo se había despertado con una ansiedad intensa, puesto que sabía que venían a comer unos amigos que había invitado el marido.
Este los había invitado sin consultarle nada a Paula, y le había avisado dos días antes, dejándole muy poco espacio para encargarse de preparar la comida, hecho que Paula sabía que se daba por sentado que iba a ser «cosa suya».
El caso es que Paula se despertó angustiada, y se metió en la cocina a tratar de preparar a toda prisa el menú que había planeado el día antes. Como siempre, Paula logró terminar la comida a tiempo y los invitados estuvieron muy satisfechos.
Al terminar la comida, ya bien entrada la tarde, Paula estuvo en la cocina lavando los cacharros de cocina. De fondo, escuchaba a su marido en el comedor, viendo la TV.
En ese momento alguien del grupo saltó y le preguntó cómo se había sentido. Y Paula se hechó a llorar, permitiéndose conectar con la tristeza que la situación le había provocado. Por primera vez desde que ocurrió, Paula se había dado cuenta del dolor que le había causado esa situación.
Además, otro miembro del grupo le explicó que a él le había ocurrido una situación parecida, pero con su hermana, quien sufría una discapacidad y debía estar pendiente de sus necesidades todo el tiempo, sintiéndose sobrecargado a la vez que culpable por sentirse así.
Hasta entonces, Paula sentía que lo que le ocurría era raro y la hacía diferente a todo el mundo, por lo que esta confesión de su compañero la hizo sentir que «no estaba sola«.
Entre tanto, otra integrante del grupo se puso a llorar. El conductor del grupo le preguntó qué la había hecho conectar con la historia de Paula, y pudo explicarnos que a ella le había ocurrido lo mismo tiempo atrás, hasta que por fin se armó de valor y puso límites a su pareja. Hecho que, ahora puede recordar, le ha permitido ser una mujer libre y empezar a sentirse con el control de su vida.
Paula confesó, después de esto, que se sentía comprendida y, por primera vez en mucho tiempo, acompañada en su sufrimiento.
Te aseguro que lo que sentí allí fue increíble.
Fue muy potente.
Fue terapéutico.
Fue lo más real y humano que he vivido en mi trayectoria profesional.
Y así se ha ido repitiendo en muchos de los grupos en los que he participado hasta la fecha.
No he participado nunca en un grupo religioso (más allá de alguna vez que fui a misa con mis abuelos de pequeño), ni tampoco he sido socio de ningún club de aficionados a un equipo de futbol, ni a ningún otro grupo parecido. Supongo que en estos habrá también algo de «sentimiento de pertenencia» que hace que a las personas les guste compartir y formar parte de estos.
Pero el poder de los grupos terapéuticos es que no solo sirven, a las personas que lo integran, para sentirte perteneciente a un grupo.
También te permite conseguir tus objetivos terapéuticos.
Además, me he dado cuenta que cuando trabajamos objetivos en un grupo terapéutico hace que estos se consigan antes, de una forma mucho más potente y directa, y con el respaldo de todo el grupo, conducido, por supuesto, por profesionales en salud mental experimentados en este tipo de tratamientos.
Así que, si piensas que te gustaría poder participar de un espacio así, esta es mi propuesta:
Si piensas que puede interesarte, deja aquí tus datos y me pondré en contacto contigo para ver si podrías participar con alguna de las terapias.
«La Terapia de Grupo me ha descubierto la manera más rápida, potente y conmovedora de que las personas encuentren apoyo, inspiración y motivación para encontrar su espacio de bienestar.»
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